'Acabo de tener la sensación certera de que si volviera a vivir, escribiría de nuevo todos los sonetos que aquí aparecen y todos los versos que he escrito a lo largo de la vida, en el mismo orden en que surgieron y sin cambiarles una coma. Siento que toda mi vida giraría en torno a ellos, con mucha más fuerza y luz que esta vez, pero lo mismo'. Así, en un juego que entrelaza los linderos reconocibles de la vida y de la muerte, describe el poeta Mario Ochoa su lúdica vivencia de un renacer en medio de su propia poesía. Guiado por una feroz intuición y estimulado por una temprana devoción a la lectura, Mario Ochoa se volcó muy temprano en su vida hacia la literatura y la música. En los años setenta se prendó del rock, campo en que destacó como cantante, compositor y director. Pero también estudió economía, realizó un valioso postgrado en Cornell y se desempeñó como alto funcionario internacional. En 1987 decide entregarse de lleno a la poesía, haciendo parte de la generación de poetas colombianos posteriores al movimiento nadaísta. Con seguridad estos poemas, tal vez desconocidos hasta ahora para muchos, van a ser una agradable sorpresa y un feliz descubrimiento