En esta primera novela, el escritor colombiano Fernando Lleras de la Fuente explora, con excepcional lucidez y particular intuición, los complejos laberintos de la mente humana. Y, sin hacer concesiones de ninguna índole, logra fundir con maestría el humor y la tragedia. Desde sus primeras páginas, la obra consigue absorber por completo al lector, manteniéndolo en vilo hasta su dramático desenlace. El novedoso estilo que Lleras de la Fuente despliega en este libro parece creado para corresponder a la música que el compositor austríaco Alban Berg escribiera para su conmovedora 'pera Wozzeck. En efecto, la estructura del relato de Lleras de la Fuente se aviene con los tres actos que conforman la mencionada obra musical. Destinada a convertirse en una obra muy popular, la novela no guarda relación con las corrientes literarias actuales de LatinoAmérica, sino que abre nuevos e inesperados horizontes. Su engañosa brevedad hace pensar en esos libros que aunque se leen en poco tiempo se releen muchas veces.