En 1919, pioneros de la aviación conquistaron el río Magdalena, convirtiéndolo en pista de decolaje y aterrizaje de aeronaves fabricadas en tela y madera. Un siglo después, el FACSAT-1 (segundo satélite de fabricación colombiana, y primero en nombre de la Fuerza Aérea Colombiana) orbita la Tierra, proyectando el liderazgo de una Fuerza con vocación de servicio a toda prueba. En un permanente proceso de entrenamiento e innovación, la Fuerza Aérea Colombiana ha desarrollado y fortalecido capacidades para realizar operaciones aéreas en defensa de la soberanía, la independencia y la integridad del territorio nacional, el orden constitucional y el logro de los fines del Estado. Garantizar el cumplimiento de esta misión demanda ejercer control efectivo del espacio aéreo. La formación, capacitación y entrenamiento de los aviadores, que en sus inicios dependió de misiones extranjeras, se fue transformando exponencialmente para responder a los rasgos geográficos del territorio nacional, así como a la situación social, política y económica que dominó gran parte del siglo XX, convirtiendo a la Fuerza en referente del hemisferio y del mundo. Celebrar cien años significa proyectar una institución hacia un mayor destino de gloria y grandeza. Una nueva etapa donde se vislumbra un ideal y se define el mejor derrotero para alcanzarlo. La Fuerza Aérea Colombiana, seguirá trabajando, avanzando para recorrerlo y conquistarlo, respondiéndoles a todos los colombianos que reconocen su liderazgo en la seguridad del espacio aéreo. Protagonizará, como hasta ahora, momentos cruciales en el devenir del país. Las misiones, más allá de la guerra, serán diferentes y los conceptos operacionales cambiarán, exigiéndole una adaptación que se logrará sin olvidar que está integrada por pilotos, tripulantes, rescatistas, administradores, ingenieros, soldados, hijos, una familia, un universo, que expresa la esencia misma del pueblo colombiano. Ad portas de cumplir cien años —100 años explorando las alturas en busca de la victoria— la FAC oficializó una nueva estructura organizacional, resultado de un proceso que se inició con una revisión y evaluación interna, juicioso estudio que fijó los criterios para proyectar la Institución, ajustándola a las nuevas realidades nacionales, a partir del respeto y la reafirmación de los fundamentos, los principios, la tradición y la historia. Hoy está conformada por un Estado Mayor y tres comandos. El libro ofrece a sus lectores la más insigne manifestación humana: su pasión por el vuelo. No hay cronología exacta para su lectura; cada párrafo asegura un cielo despejado y viento en calma para disfrutarlo.