La vasta diversidad climática de Colombia da pie a una sorprendente arquitectura de casas de campo, que la extensa selección consignada en este libro intenta ilustrar. Casas de los más variados estilos, que no sólo responden a los desafíos climáticos sino a los caprichos y gustos de quien las habita. Casas con acogedores ambientes en torno a una chimenea, en la fría sabana de Bogotá; haciendas coloniales con vetustos patios centrales bordeados de columnas y exuberante vegetación, en Santágueda, Barichara y La Fe; construcciones abiertas invadidas de luz y delimitadas por creativos espejos de agua en Anapoima y Girardot. Todo un recorrido por soluciones arquitectónicas, muestras de decoración y ejemplos de diseño a través de los distintos rincones del país, lejos del frenético ritmo urbano. En las casas de campo cada uno es lo que quiere ser. En las casas de campo cada dueño —según sus posibilidades— se expresa de manera personal y única. Por algo el adagio popular señala: “vivo en el campo y sobrevivo en la ciudad”.