Organizadas cronológicamente, las 137 fotografías aéreas que conforman este extraordinario documento nos permiten visualizar el desarrollo de la capital colombiana en el medio centenar de años que transcurre entre 1935 y 1985. Se observa aquí el vertiginoso crecimiento, formal e informal, que se da entre una ciudad provinciana, que apenas se acerca a las 300 mil almas, y la alucinante urbe de finales de siglo, que ya se aproxima a los 7 millones de habitantes. La evolución que este libro registra sería casi imposible de apreciar de otra forma. Pero hay también otra lectura más individual e íntima de estas imágenes, más cálida, que nos involucra a todos. Esa que nos remite al rincón de la ciudad donde nacimos, a la calle donde patinábamos de niños, a los potreros donde echábamos cometa o al parque donde jugábamos al fútbol. Y esa es tal vez la lectura que más nos apasiona por la sencilla razón de que nos inscribe de inmediato en la pertenencia y el afecto.