Fernando Denis cree en el poema como si fuera un acontecimiento amoroso, una entrega total que conmueve profundamente al lector y que sorprende por el planteamiento del amor casi trágico. Denis escribe con la conciencia de quien inventa un mundo, el suyo, en donde todo signo está provisto de sentido, como si todo fuera o pudiera ser parte de una experiencia poética. Lo suyo es celebrar la vida, cantar a la mujer, develar los instantes para alabar un territorio. Así, entre sus páginas pululan imágenes marinas, fragmentos de una historia que es la Historia de todos y que relata los avatares del héroe, siempre en referencia al otro, ese posible que nos hace ser nosotros.