Mónica Meira —pintora, dibujante, retratista y grabadora— es la artista a la que este año Seguros Bolívar dedica su libro anual sobre figuras sobresalientes del arte colombiano. Discípula de grandes maestros como Juan Antonio Roda, Santiago Cárdenas, Juan Cárdenas, Carlos Rojas, Luis Caballero, Nirma Zárate y Umberto Giangrandi, entre otros, la obra de Mónica Meira surge en el entorno plástico del país por los años setenta, muy poco después de culminar sus estudios en la Universidad de los Andes. A sus trabajos iniciales de corte pop, sigue una etapa en que la artista recrea inolvidables objetos, casi siempre femeninos —bolsos, guantes, botas, carteras—, y exquisitas telas de gran factura y belleza en las que resulta evidente su goce con las texturas y los matices. Viene luego su extraordinaria serie de retratos y autorretratos, que sin lugar a dudas la ubican en lugar muy especial dentro de los retratistas nacionales, y en seguida su amplia serie de bañistas. En una etapa más reciente, Mónica Meira nos ha sorprendido con unos extraños paisajes —no exentos de connotaciones sociales y ecológicas— en los que, en medio de un generoso despliegue de color, se inscriben unas pequeñas e indefinibles figuras humanas. La rigurosa formación clásica de la artista, que además es una estudiosa infatigable, le ha permitido incursionar sin problemas en los modos de la plástica contemporánea. La trayectoria temática y cronológica que este libro nos traza, permite apreciar no solo la sorprendente y constante renovación de su lenguaje sino el perfeccionamiento ininterrumpido de su técnica. Así lo afirman los textos del profesor Germán Rubiano Caballero.