Schopenhauer afirmaba que 'el periodismo es el segundero de la historia de la humanidad'. Pues bien, Óscar cumple a cabalidad esa sentencia. Porque no falla. Con un mérito adicional: en su columna 'Papel sobrante' de El Colombiano, que es objeto de este libro, se ocupa de lo que nadie normalmente se ocupa: lo trivial, lo intrascendente, lo que aparentemente pasa desapercibido. Se ocupa, además, de la gente. Y lo hace con fuerza, con convicción, con deleite. Porque 'Papel sobrante' es un oasis dentro del contenido serio, especulativo y trascendental de las páginas de opinión de un diario. Óscar habla de una aguja, de una panadería o de la derrota de un ídolo. O también del lenguaje del pueblo, del folclor de unas fiestas, o del triunfo de su 'poderoso DIM'. Óscar es un hombre que hace la historia del diario vivir, la historia del personaje humilde, del hombre elemental y sencillo. Del tuguriano. Del de Manrique. Del de La América o Belén. Del hombre, en definitiva. Darío Arizmendi