De las señales es un poema estilísticamente inclinado a la expresión alógica, que toca las vías (bajo la idea rilkeana de que vivir es imposible y la tarea del hombre es sobreponerse) de cómo todos los seres humanos, en su situación, se enfrentan a la herida de lo extraño, a todo aquello que se les opone, la adversidad y el sufrimiento, la invalidez y el vencimiento, para superarlos. Hacia ellos se vuelve, a la misma experiencia humana, así como a la relación con la naturaleza y a la capacidad de encontrar en la vida un sistema de analogías y de correspondencias. Es un poema en prosa que va hacia futuras savias y recursos, para el nacimiento del poema, la concepción del verso, así como en el marco de la certeza de que la vida está por encima de toda obra de arte: poesía, música o pintura, la vida con sus 'categorías' de Destino, Carácter, Incertidumbre, Azar, y Espera, así como el impulso trascendente del hombre.