Ilustraciones de carátula e interiores: Lorenzo Jaramillo, 1984. Diez caramelos dañinos (así los llamaba él) para condimentar la primera versión de este libro, que llevaba el nombre de Trátese sin cuidado. Dadme una rayita y me pasaré de la raya: Así titula el primer fragmento de esta nueva entrega del polémico, etéreo, y heteróclito Nevur Zelev, otra oportunidad literaria para pasarse de la rayita. Esta vez nos sorprende con un conjunto de historias ¿infantiles-juveniles? ¿para niños mayores de 12 y menores de 100 años? que recrean singulares generaciones, evoluciones y revoluciones de los cuentos infantiles tradicionales, eso sí, con la impronta del humor que caracteriza a este loco genio de las letras contemporáneas. 'No me cae ni bien ni mal. Me es del todo indiferente'. Doña Alicia 'Júrenme que su belleza interior no tiene par. Ando en busca de un alma gemela'. Doña Blancanieves 'No me gustaría tener una hija así. Ella no es un buen ejemplo para las generaciones que quieren lucirse ante la cámara'. Doña Caperuza 'He oído decir que no usa tacones, sino botas de siete leguas. Debe de ser algo feúcha'. Doña Cenicienta 'No se saca de la boca la palabra chocolate. Eso quiere decir ni más ni menos que es la bruja del cuento'. Doña Gretel 'No digo que la amarren, pero, por favor, hagan algo. Sí, que la amarren'. Don Gulliver '¿Una muñeca? No me vengan con cuentos. Es una duenda. Es un saltamontes. Pero ya se encargará la vida de convertirla en una excelente ama de casa'. Doña Hada