Hay un rasgo bajo el cual confluyen todos los relatos de este volumen: en él, la ficción se enmascara y toma la forma de la verdad, se transforma en ciencia y se apropia de una autoridad que solo es posible expresar a través del procesamiento lógico. La ficción de Las fuerzas extrañas cambia su naturaleza y se convierte en un discurso científico, en el que el lector puede enfrentarse, bien a probar las teorías expuestas o bien a creer en ellas, tal como funciona la ficción. Los cuentos se dividen en dos grandes temas, unos que se pueden asociar con la ciencia ficción, y otros de un corte más inclinado hacia el suspenso, con un fuerte ambiente de misterio. En el primero se pueden leer La fuerza Omega, La lluvia de fuego, La metamúsica, Los caballos de Abdera, Viola acherontia, Yzur, El psychon y Ensayo de una cosmogonía en diez lecciones. En el segundo se encuentran Un fenómeno inexplicable, El milagro de san Wilfrido, El escuerzo, El origen del diluvio y La estatua de sal. Los cuentos de Las fuerzas extrañas son, aparte de una vibrante descarga de tensión, un violento y refrescante derroche de erudición e imaginación, que se codean constantemente.