Cuando la hija menor de Germán Arciniegas me acompañó a despedir a Catalina al trencito del Rodadero, cuando la niña contaba tan sólo dos años de edad, me escuchó cantar la canción del tren. De inmediato me dijo: Gloria Alicia; ¿tú por qué no te dedicas a componer música para niños? Si bien lo he estado haciendo durante el transcurso de todos estos años, jamás soñé que ellos fuesen publicados primero en formas de poemas, como insistió Carmen Cecilia, mi compañera de kinder del Gimnasio Femenino, y actual editora de los mismos. ¿Por qué no llevarle a todos los niños de Colombia y ojalá del mundo, la alegría y la formación que ellos conllevan?