Nadamos en el mismo mar, es una novela que relata el proceso de asimilación de una identidad sexual y al mismo tiempo, el asumir el reto de reafirmarla dentro del núcleo familiar condicionado por la religión cristiana, es la historia íntima de un adolescente en la ciudad de Santa Marta. Esta narración es un canto a la libertad, a la rebeldía de una época que intenta reclamar su lugar en el mundo. Se trata de una apuesta importante y necesaria por una literatura de tono coloquial, menor, que prioriza la experiencia personal sobre la tentación de la totalidad y la solemnidad.