El objetivo del estudio que el lector tiene en sus manos es señalar, de cara a las ciencias sociales, las inexactitudes que atraviesan el célebre primer capítulo de Mil mesetas de Deleuze y Guattari, uno de los textos más celebrados del pos-estructuralismo. Aunque no faltan los estudiosos que incorporan en crudo las razones rizomáticas en su investigación empírica, en la demostración aquí escrita queda en evidencia la distancia metodológica que media entre una idea argumentativa de factura literaria (por genial que ella sea, lo que no es aquí el caso) y los requisitos más básicos de la conceptualización científica. La crítica científica de la filosofia pos-estructuralista ya es un género establecido.Pero el problema crucial con los autores del texto rizomático finca más bien en la crudeza de lo que en otros tiempos se habría llamado su cultura general.Lejos de agotarse en el señalamiento de impropiedades que se encuentran en razonamientos referidos a las matemáticas o a la tecnología y que son en última instancia revisibles, este ensayo ahonda en los númerosos reparos antropológicos, filológicos linguísticos e históricos que tornan inaceptables las premisas en que se funda esa propuesta.