'El Negro Adán está muy cerca al hombre-caimán, al hombre-tortuga, al mito y a la tradición en el ancho camino del mar y el río. Aquí renace entre lamentos y fandangos, en brazos del amor, para integrarse al carnaval de la vida. Símbolo de la fertilidad y de la parranda es una gran fuerza que regresa para instalarse en los alrededores de Isla Verde, donde el mundo gira en torno suyo. Destripaterrones, matarife, pescador de lebranches y cocinero de profesión, nos va relatando, en cortos episodios, las larguezas de una época brava en la que el contrabando, el tráfico de estupefacientes y la presencia de 'fuerzas oscuras' enrarecieron el ambiente citadino. Reinando en vida, el Negro Adán también es el Joe Arroyo, el padre, la cifra, espíritu burlón de las aguas, paciencia y coraje juntados en las edades de la humanidad para solaz de los lectores de una leyenda barranquillera cantada en el romance de los trasnochadores'.