“A su manera, Mila también estaba a punto de terminar de “deshojar a Margarita” y mientras lo hacía, iba exfoliando letra a letra el alma de su Pirata Cantor al tiempo que escamaba su propio corazón apolillado”. Mila es una mujer tenaz y exitosa, acaba de dejar su país para cumplir su sueño, para florecer en su carrera, para crecer cada vez más mirando hacia el futuro. Sin embargo, ha llevado su pasado con ella y la consecución de sus metas la ha constreñido a negar su propia esencia. Mila tenía todo bajo control, hasta que los relatos de desamor de un desconocido llegan a sus manos, o mejor, a su corazón. ¿Cómo es posible superponer contradicciones con admirable coherencia? ¿Cómo vive un hombre una tusa? ¿Dónde está la frontera entre perseverar y encarnizarse? Siempre es posible renunciar al romanticismo, siempre, mientras que no tengamos que deshojar a Margarita.