Para la poeta Lyda Cristina López, el silencio, ese callarse para escuchar la naturaleza, la llena de la poiesis de la lluvia. Esta maestría poética, está conformada de un profundo sentimiento lírico que caracteriza su poesía, pero además, de las voces de sus ancestros poéticos. Desde Homero hasta Virgilio, de Omar Khayyam a Tagore, de Baudelaire a Neruda, y de safo a Juana de ibarborou, su visión la lleva a navegar por el Cosmos y el misterio cuántico de la creación. Así mismo, bajo la lluvia florece al amor, que a veces lleva hasta la tormenta, para desembocar en la pasión que navega por la piel, entre el ritmo y la melodía, al sentir la lluvia por los jardines del bosque erótico, cuando el roce del amor se hace palabra. Y ya hacia el final de su poemario, esta iluminada poeta nos obsequia con haikus de corte clásicos, para demostrarnos una vez maestría en el arte de la poesía.