El reconocimiento de un acontecimiento tan lleno del dolor humano y sufrimiento como el Genocidio contra los tutsi, implica una cierta obligación. Aquella obligación tan importante de documentar, analizar para aprender de los acontecimientos que condujeron al Genocidio y luego la superación del mismo. Un análisis tan cuidadoso tiene que proporcionar los elementos que nos ayuden a toda la comunidad mundial a impedir e intervenir, en todos los niveles, para asegurarnos que tales acontecimientos no se repitan jamás. Los países desarrollados encabezados por los EE.UU. ignoraron todas las señales de que el Genocidio estaba ocurriendo cuando, según todas las probabilidades, podría haber sido detenido, con una relativamente pequeña intervención. Los eruditos y los activistas que han contribuido con los excelentes capítulos que encontrarán en este libro, han dado un primer paso muy importante, como es reflexionar sobre los acontecimientos de 1994, y lo que ha sucedido desde entonces, para proporcionarnos un derrotero hacia el futuro.