A través de un conjunto de crónicas el lector viajará a aquellos lugares donde la sexualidad se practica de manera furtiva en Bogotá: prostíbulos, fiestas swinger, citas con transexuales y masajes para hombres homosexuales. ¿Qué tanto sabe el lector de estos lugares? La mirada del autor no juzga, no califica, no sanciona. Muestra, describe y les da voz a quienes viven del negocio del sexo sin verse a sí mismos como víctimas y las combina con la suya, la voz de un hombre que acepta su naturaleza y su forma de establecer relaciones con honestidad y sin expectativas. El autor es al mismo tiempo protagonista y espectador de estos relatos, y esta doble visión es lo que hace este libro tan original y universal a la vez.